Uno de los aspectos más alarmantes de la epidemia de obesidad que sufre el mundo está en que han aumentado significativamente los índices de sobrepeso infantil. Debido a una combinación de herencia genética, malos hábitos alimenticios y falta de actividad física, cada vez son más los niños y niñas que presentan exceso de peso desde la más corta edad. Además de los problemas de salud y psicológicos que su estado les puede causar en sus primeros años, la consecuencia más grave es que buena parte de esos menores padecerán obesidad en su vida adulta.