En esta entrada voy a hablar de algo que puede ser una obviedad para muchos deportistas habituales que siguen unas pautas básicas de entrenamiento. Sin embargo, me parece clave recordar la importancia de los estiramientos a todas aquellas personas que comienzan de nuevo a reconciliarse con su cuerpo mediante la actividad deportiva. Sobre todo, el mensaje va dirigido a quienes están en medio de una dieta de adelgazamiento y llevan paralelamente un plan de entrenamiento deportivo.
Los estiramientos son un conjunto de ejercicios que en la práctica deportiva llevamos a cabo para poner en tensión y extender los músculos y tendones de nuestro cuerpo. Se trata de provocar una cierta extensión en ellos para favorecer el calentamiento y evitar lesiones producidas por la realización de trabajos bruscos sobre nuestra masa muscular.
Conviene recordar que el proceso de estiramiento tiene que ser gradual y adecuado a las posibilidades de nuestro cuerpo. De lo contrario, podemos causar roturas musculares. No es lo mismo realizar un estiramiento en frío (Por ejemplo, antes de comenzar la actividad física concreta) que en caliente (una vez que hemos terminado) y tampoco estiramos igual cuando estamos bajos de forma que una vez que llevamos un tiempo con un programa de trabajo físico. Es muy importante conocer nuestros límites en todo momento.
¿Por qué son necesarios y beneficiosos los estiramientos?
En primer lugar, para prevenir lesiones como contracturas, calambres, o incluso dolencias musculares más graves que pueden llegar a impedirnos la práctica deportiva. También ayudan a mitigar las temidas agujetas de los principiantes.
En segundo lugar, los estiramientos ayudan a reducir la tensión de los músculos y los preparan para el esfuerzo físico. En ese sentido, ayudan a aumentar las posibilidades de trabajo. Me parece muy gráfico el ejemplo de las bailarinas de ballet o los gimnastas. Gracias a los estiramientos, entre otros factores, llegan a obtener unos resultados de elasticidad y potencia que les permiten alcanzar cotas sorprendentes en su expresión artística. Muchos de nosotros nos preguntamos cómo pueden hacer esos giros, movimientos y piruetas. Sin un estricto programa de estiramientos difícilmente podrían lograrlo.
En tercer lugar, contribuyen a frenar el deterioro muscular y de articulaciones que se produce con la edad. Esto nos ayuda a mantener una vida más activa y no perder movilidad.
¿Cuándo deben realizarse los estiramientos?
En la literatura deportiva encontraréis programas y recomendaciones de estiramientos adecuados a cada disciplina. Gracias a Internet, estos conocimientos son muy accesibles y os recomiendo que aprendáis, aunque no todas las fuentes son igual de fiables. En todo caso, lo oportuno es que estiremos como mínimo antes y después de la actividad física. También se ejecutan los estiramientos durante el ejercicio en el caso de programas de mayor duración y más exigentes. Pero como normal general, tenemos que incluirlos en el calentamiento previo, con prácticas más suaves y centradas en los músculos que más vamos a utilizar, y tras la actividad deportiva, con un programa más completo para todo el cuerpo.
En cuanto la realización de los estiramientos, es esencial que respetemos algunas reglas básicas. La primera es que tenemos que seguir el movimiento natural de nuestras articulaciones y no forzar sus límites. Otra norma que hemos de tener en cuenta es que el ciclo de trabajo es siempre progresivo, en la secuencia menos-más-menos. Y por último, aunque al estirar percibimos cierta sensación de incomodidad, nunca podemos superar el umbral de dolor. No se trata de rompernos los músculos.
Existen muchas fuentes en el mercado sobre tablas de estiramientos. Es fácil consultarlas y seguir sus recomendaciones. No obstante, si no estáis muy seguros de lo que os conviene o de cómo practicar los ejercicios, os aconsejo que consultéis con especialistas.