De hecho, en varios países ya se han tomado iniciativas como restringir la venta de estos productos en centros escolares o incrementar la tasa impositiva, todo ello con el objetivo de lograr que una disminución general de la ingesta. Se presume que el abuso de estos productos está detrás del incremento del sobrepeso y la obesidad en la población en general y, en particular, en los niños y jóvenes.
Las medidas están teniendo un resultado incierto, ya que resulta difícil cambiar radicalmente los hábitos o anticiparse a las políticas de comercialización de la industria alimentaria, que constantemente ofrece nuevos productos atractivos para la población más joven. Aunque en ellos se intenta rebajar las calorías o la proporción de azúcares, probablemente no alcanzan la necesaria condición saludable.
Bebidas azucaradas y cáncer colorrectal
Mientras la actuación en política preventiva continúa, la ciencia sigue avanzando en proporcionar argumentos de peso contra los hábitos nocivos. Un estudio publicado recientemente ha tratado de determinar si existe alguna correlación entre el aumento del consumo de bebidas azucaradas y la mayor proporción de casos de cáncer colorrectal en personas de edades tempranas.
Las estadísticas muestran que este tipo de cáncer ha crecido mucho entre las personas de más de 50 años. Se ha doblado o incluso cuadruplicado el porcentaje, y ello se atribuye al aumento de la obesidad, el sedentarismo y otros factores. También se piensa que el abuso de las bebidas citadas puede ser un elemento influyente.
Al mismo tiempo, se constata con preocupación que los casos de cáncer de colón y recto también aparecen en mayor medida entre personas menores de cincuenta años. En esta circunstancia, se maneja la hipótesis de que las bebidas azucaradas pueden tener un papel relevante. Por eso, la investigación ha analizado la salud y los hábitos de consumo de un grupo de casi 100.000 personas a lo largo de casi 25 años.
En él se comprobó que las personas que tomaban este tipo de bebidas eran el doble de propensas a sufrir dicho cáncer. Aunque el trabajo no puede ser concluyente, porque se necesitan varios factores para determinar que existe una relación causa-efecto, sí sugiere que el exceso de azúcar puede influir en la aparición del cáncer en edades tempranas.
Obesidad y enfermedades graves
Por tanto, se insta a reforzar las medidas de salud pública para frenar el consumo de estas sustancias. En todo caso, no debemos olvidar que existe un conjunto de elementos concatenados, como la ingesta excesiva de azúcar, la resistencia a la insulina y el sobrepeso, que contribuyen entre todos a la aparición de enfermedades graves, e igualmente, de distintas variantes de cáncer.
En un futuro inmediato tendremos muchas más evidencias claras de los problemas causados por la obesidad, pero no hay que esperar a ellas para tomar decisiones que están amparadas por el sentido común.
