En la entrada anterior hablaba de la eficacia de aplicar el principio de resistencia negativa para fortalecer los músculos en una progresión mucho más rápida que los movimientos tradicionales. Por ejemplo, si utilizamos este método para los ejercicios de piernas, comprobaremos rápidamente su efecto positivo. En este caso, se trata de realizar la fase de subida con las dos piernas y la de bajada con solo una de ellas. En cada serie alternaremos la pierna de bajada. Con ello haremos que el movimiento negativo no solo saque partido de un descenso más lento, sino que además estaremos duplicando la carga.