Son días de encuentros, de mesas compartidas y de emociones intensas. Y también es normal que aparezcan los excesos. Por eso, más que hablar de prohibiciones, prefiero hablarte de escucha: escuchar al cuerpo, a las señales de saciedad, al cansancio y también al disfrute.
Comer con conciencia, sin culpa, suele ser mucho más saludable que intentar compensar después con medidas extremas. En el blog he reflexionado sobre por qué los cambios naturales y sostenidos siempre funcionan mejor que las soluciones rápidas que prometen mucho y duran poco. Te recomiendo que lo leas.
Estas fechas también suelen venir acompañadas de propósitos. “En enero empiezo”, “este año sí”… Fijarse metas es importante, pero creo firmemente que no deberían convertirse en una fuente de presión. La salud se construye paso a paso, con objetivos realistas y amables con uno mismo. Si te apetece replantearte ese camino con serenidad, puedes seguir estos consejos clicando en el enlace.
También quiero recordarte algo que considero esencial: la salud no es solo física. El estrés acumulado, la tensión emocional o la falta de descanso influyen directamente en cómo comemos, cómo nos movemos y cómo nos sentimos.
Nuestro bienestar emocional está profundamente conectado con el cuerpo, incluso con aspectos tan poco visibles como la salud intestinal, que tiene un papel clave en el equilibrio metabólico y anímico.
Mover el cuerpo desde el respeto y no desde el castigo es otra forma de cuidarse. No se trata de “compensar” lo que se come en Navidad, sino de activar el cuerpo para encontrarse mejor, reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo. Un entrenamiento moderado y adaptado puede aportar beneficios inmediatos en cualquier momento.
Y, por último, me gustaría subrayar algo que a menudo se pierde entre mensajes simplistas, y es que la salud va mucho más allá del peso. Cuidar la masa muscular, los huesos y el metabolismo es invertir en calidad de vida a largo plazo, no en resultados rápidos ni puramente estéticos.
Te animo a que reflexiones un poco sobre estos temas, pero también que te tomes tu tiempo, te relajes, disfrutes de la familia y amigos, y te prepares para los nuevos retos que seguro que te propondrás a comienzo de año.
Te deseo muy feliz Navidad y un próspero año 2026
Un fuerte abrazo,
Dr. Pedro Voltas Jurado
