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Wheat Belly o la restricción de los cereales en la dieta

Wheat Belly suprimir trigo en la dieta

De un tiempo a esta parte, crecen las voces más o menos autorizadas que abogan por limitar la ingesta de carbohidratos en la dieta, en particular los que se encuentran en los alimentos procesados y presentan un alto índice glucémico: en términos generales, los cereales y sus derivados, en forma de apetitosos y atractivos productos de panadería, bollería, pastelería, snacks, a los que hacemos responsables en gran medida del exceso de peso en la sociedad.

Pero la cuestión va más allá de recomendar su supresión mientras estamos en medio de curas de adelgazamiento. En ese período, todos coincidimos que prohibir los dulces, reducir el consumo de pan y limitar la ingesta de pastas, arroces y similares es un sacrificio necesario para adelgazar. Sin embargo, emergen con fuerza corrientes dietéticas que consideran que el consumo de carbohidratos, más allá de contribuir al sobrepeso, favorece los problemas de salud en general y está detrás de enfermedades del aparato digestivo.

Se trata de posiciones controvertidas, puesto que van en contra del acuerdo establecido en favor de una dieta equilibrada en la que deben estar presentes todos los grupos de nutrientes, en su justa proporción, eso sí. Lo interesante del asunto es que algunas de estas propuestas están cada vez más impulsadas por especialistas que aportan su conocimiento científico y experiencia profesional. La verdad es que hay mucha controversia en la comunidad médica sobre la materia y más que tomar partido, es importante conocer bien todos los puntos de vista, con la mira puesta en lograr de verdad una alimentación sana.

En este blog hemos hablado de regímenes que proponen restringir el consumo de determinados alimentos como la Dieta Dukan, la propuesta de la enzima prodigiosa, las tesis de Gary Taubes, o incluso que quienes recomiendan el ayuno intermitente como modelo alimenticio. Hoy os voy a comentar otra propuesta audaz, que como otras, es ahora mismo uno de los libros más vendidos de la materia a nivel popular.

Se trata de Wheat Belly, que podríamos traducir como Barriga de Trigo, escrito por un cardiólogo norteamericano, William Davis. La tesis principal de este especialista es que la omnipresencia del trigo y sus derivados en una gran parte de los alimentos que consumimos (alimentos procesados) es el responsable principal de la epidemia de obesidad que asola su país y el mundo desarrollado. El autor no cree que se ha llegado a este estado por mera irresponsabilidad de los ciudadanos.

De hecho, como él señala, muchos de ellos creen ser muy conscientes de la necesidad de mantenerse en un peso equilibrado. En su libro recoge una frase surgida de su experiencia, que podrían afirmar gran número de sus pacientes: «No lo consigo. Hago ejercicio cinco veces a la semana. No como nada de grasa y procuro tomar solo alimentos integrales. Y sin embargo, no puedo dejar de ganar peso». Según Davis, porque no deja de comer cereales en la gran mayoría de los alimentos que toma.

A base de experimentar con terapias para sus pacientes con el objetivo de frenar su estado prediabético o eliminar determinadas dolencias gastrointestinales, este médico sostiene que la eliminación del consumo de trigo en todas sus variantes es lo que ha permitido recuperar la salud a muchas personas que visitan su consulta (niveles de glucosa normalizados, desaparición de desarreglos intestinales, más energía, erradicación del insomnio). Y además, han conseguido bajar una media de diez kilogramos de peso sin necesidad de aplicar otras medidas de adelgazamiento.

Como en otros libros de éxito, se habla de resultados milagrosos que habrá que poner en perspectiva. En todo caso, propone una dinámica en la que el método ha de ser tan radical como cuando alguien deja de fumar o de beber alcohol. El interesado en su propuesta ha de eliminar por completo la ingesta de trigo o cereales similares. Un objetivo muy difícil si tenemos en cuenta la oferta interminable de alimentos que contienen estos ingredientes y la corriente dominante que considera los cereales un elemento esencial de la dieta.

Me parece que el Doctor Davis hace sobre todo hincapié en un problema que no es nuevo, pero al que quizá no se le da la importancia que merece: el consumo excesivo de alimentos procesados que incluyen carbohidratos de alto índice glucémico para hacerlos más atractivos y abaratar sus costes, y que disparan la tendencia del cuerpo a acumular grasa. Está claro que este tipo de nutrientes ha de ser reducido al máximo en toda cura de adelgazamiento. Sin embargo, no parece tan adecuado excluirlos por completo en una dieta equilibrada de un individuo que no tiene problemas de sobrepeso. Veremos qué nos aportan futuras investigaciones sobre esta cuestión.

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